La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración (1).
La depresión afecta a personas de todas las edades y condiciones sociales y de todos los países. Provoca angustia mental y afecta a la capacidad de las personas para llevar a cabo incluso las tareas cotidianas más simples, lo que tiene en ocasiones efectos nefastos sobre las relaciones con la familia y los amigos y sobre la capacidad de ganarse la vida.
Algo preocupante es que la depresión puede provocar el suicidio en dos grupos de poblaciones entre las personas de 15 a 29 años de edad y en personas mayores de 60 años. En las poblaciones geriátricas la depresión se considera el trastorno mental de mayor incidencia, donde se describe que de un 15 a un 65% han padecido alguna vez depresión (1).
La estimulación magnética transcraneal (EMT) es un tratamiento de neuromodulación, no invasivo, que produce estimulación cerebral y se basa en la capacidad de un campo magnético generado para penetrar el cerebro. Esta técnica se puede aplicar con un solo pulso, en pares de estímulos separados por intervalos o en trenes de estímulos repetidos a varias frecuencias, conocida esta última como Estimulación Magnética Transcraneal repetitiva ( EMTr) (2).
Tiene un mecanismo de acción todavía en estudio, pero se sabe que la EMTr puede modular la excitabilidad de la corteza cerebral, por lo cual se ha vislumbrado como una posible herramienta diagnóstica y terapéutica en el área de neuropsiquiatría.
Marta Moreno Blasco en su investigación: ESTIMULACIÓN MAGNÉTICA TRANSCRANEAL EN EL TRATAMIENTO DE LA DEPRESIÓN publicado en el 2018.
El resumen expresa lo siguiente:
La estimulación magnética transcraneal o EMT es una técnica novedosa que permite la inducción, de forma segura y no invasiva, de una corriente en el cerebro, con el fin de estimular eléctricamente el tejido cerebral. En los años 90 se empezó a utilizar como tratamiento neuropsiquiátrico alternativo para la depresión y durante los últimos años se han hecho numerosos estudios y ensayos clínicos que discuten su eficacia. Atenderemos a la estructura física de la EMT y las formas de administrarla, así como a las variables en cuanto al modo de aplicación (la EMT repetitiva como principal modo de aplicación) y aspectos de seguridad importantes. Se hará un repaso de los estudios más relevantes y sus conclusiones, para responder a la pregunta: ¿La estimulación magnética transcraneal funciona como tratamiento para la depresión? Parece que sí tiene resultados positivos en las puntuaciones de los pacientes con depresión, pero los estudios presentan numerosas limitaciones que comentaremos que cuestionan la relevancia de los resultados. Por último, se introducirán algunas posibles líneas de mejora para futuros estudios.
En octubre del 2008, la Food and Drug Administration (FDA) de los EEUU, acepta la estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr) como un tratamiento eficaz, no invasivo, seguro e indoloro para los pacientes con depresión que no han respondido al menos a un antidepresivo. Esta técnica está probada para su uso en depresión resistente en la Unión Europea, Canadá, Australia y EE.UU.
Referencias bibliográficas:
1. Nina, R.E. La Depresión Duele. Editorial Periódico Diario Libre. 6 de abril de 2017. Santo Domingo, República Dominicana.
2. Malavera,M., Silva,F.,García, R. Rueda, L. y Carrillo, S. Fundamentos y aplicaciones clínicas de la estimulación magnética transcraneal en neuropsiquiatría. Revista Colombiana de Psiquiatria.Vol.43 .Núm. 1. Páginas 32-39 (Marzo 2014)
3. D. Ben-Shachar, R.H. Belmaker, N. Grisaru, E. Klein. Transcranial magnetic stimulation induces alterations in brain monoamines. J Neural Transm, 104 (1997), pp. 191-197
4. MORENO BLASCO, Marta. Estimulación magnética transcraneal en el tratamiento de la depresión. 2018.
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