En la vejez surgen muchos cambios en la vida que pueden ocasionar una depresión. Por ejemplo pueden aparecer cambios físicos, con diversas enfermedades, muchas crónicas como la hipertensión, cambios psicológicos produciendo depresión y ansiedad. También cambios sociales como: la jubilación, entre otros.
Ante todo estos cambios podemos prevenir la depresión en los adultos mayores. En algunas personas mayores, la depresión puede pasar sin diagnosticarse o puede diagnosticarse erróneamente porque la tristeza no es su síntoma principal. Tal vez tengan otros síntomas de depresión menos obvios o no quieran hablar de sus sentimientos.
El National Institute the Mental Health expresa lo importante de saber cuáles son las señales y buscar ayuda. La depresión tiene muchos síntomas, incluso físicos y los siguientes son algunos que pueda presentar. Algunos de estos síntomas son:
Estado de ánimo constantemente triste o ansioso.
Sentirse “vacío” gran parte del tiempo.
Pérdida de interés o de placer en los pasatiempos y las actividades.
Pesimismo o falta de esperanza.
Sentimientos de culpa, falta de auto-estima e impotencia.
Fatiga o tener menos energía, sentir que se mueve o habla más lentamente.
Dificultad para concentrarse, recordar detalles o tomar decisiones.
Problemas para dormir, incluyendo despertarse muy temprano o dormir demasiado.
Cambios en el apetito o el peso, sin proponérselos.
Pensamientos sobre la muerte o el suicidio o intentos de suicidio.
Sentirse inquieto o irritable.
Dolores y molestias físicas, como dolor de cabeza, calambres o trastornos digestivos sin ninguna causa física aparente y que no se alivian ni siquiera con tratamiento.
Si los síntomas han durado al menos dos semanas, es posible que tenga depresión. Un adulto mayor presenta señales de depresión debe ser ayudado inmediatamente. Existe una serie de opciones de tratamiento para asistir con medicamentos y psicoterapia. Es importante recordar que para cada paciente se puede personalizar el tratamiento, a veces es necesario intentar diferentes tratamientos o combinaciones de ellos hasta encontrar el que sea efectivo.
Si conoce a un adulto mayor que este depresivo puede ayudarle con:
Hablarle y escucharle con atención.
Ofrecerle apoyo, demostrarle comprensión, tenerle paciencia y darle ánimo.
Ayudarle a recordarse de sus citas y organizarle su “cajita de píldoras” semanales si es posible, ya que a veces las personas mayores con depresión no pueden pensar con claridad.
Tratar de asegurarse de que tenga cómo acudir a las consultas médicas.
No pasar por alto los comentarios sobre el suicidio e informar al terapeuta o al médico de su ser querido sobre estos comentarios.
Invitarle a caminar o a pasear o hacerle participar en actividades en espacios interiores con usted.
Recordarle que, con el tiempo y el tratamiento, la depresión desaparecerá.
Ningún adulto mayor debe sufrir esta condición. Hoy día existen todos los recursos terapéuticos para prevenir y curar la depresión.
Referencias:
1. La salud mental y los adultos mayores. Organización Mundial de la Salud. Nota descriptiva N°381. Septiembre de 2015.
2 Los adultos mayores y la depresión (nih.gov). Publicación de NIH Núm. SQF 16-7697 Traducida en enero del 2017. Consultado el 8 de febrero de 2021.
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